Migración, comercio, transacciones y transporte han generado un escenario propicio para el surgimiento de nichos económicos alrededor de la cultura y los servicios. Y en esto, la diáspora de latinos que ha buscado en los Estados Unidos un nuevo comienzo, encontró en Las Vegas una “segunda oportunidad”. El latino ha sabido dejar su impronta, y la música ha sido uno de esos rasgos que le caracteriza. Como muchas otras culturas, ha hecho parte de los movimientos que la nutren y transforman, desmarcando su origen y convirtiéndola en de “ida y vuelta”. Si en el presente ha sido el género urbano el que se ha tomado el país del norte, como se ve reflejado en los Billboard o los Grammy Latinos, fue la Salsa, también de origen urbano, la pionera que echó raíces en la década del 70 y hoy continúa siendo parte de la escena musical de DJ’s, bailarines y ballrooms. En Las Vegas no sólo ha triunfado Carlos Santana con su particular estilo de Rock Latino, psicodélico y caribeño. Afamados conciertos como el del Gran Combo de Puerto Rico en el año 1978, o el de Oscar de León y Dimensión Latina en 1996, recuerdan que allí también ha habido un espacio para “las claves, el bongó y el son”. Los mundiales, concursos y conferencias salseras hacen que en varias ocasiones del año, bailadores, bailarines, melómanos y aficionados se den cita allí. La movida también incluye cerca de unas 30 academias para aprender a bailar y casi igual número de clubes nocturnos para el baile social. A continuación, algunas escuelas y academias de Salsa en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos…