Cantantes y Bandas de Bossa Nova
En medio de un idílico enamoramiento del Jazz, sabiéndose hijos e hijas del Samba, y en una atmósfera que reivindicaba la contradicción, la innovación, la ecléctica fusión, surge la Bossa Nova en el Brasil de los años 60. El enriquecimiento musical y lírico que experimentó a través del paso de los años el Samba, la música del Brasil afro y mestizo, devino en la creación de la Bossa Nova, uniendo también los elementos que inevitablemente llegarían del auge del Jazz con las búsquedas incansables por la creatividad en las nuevas sonoridades.
La atmósfera urbana en acelerado crecimiento proyectaba a Río de Janeiro en una inevitable búsqueda por la creación artística y la frescura del descubrimiento, involucrando a jóvenes de generaciones que nacieron con la ciudad, hijos e hijas de la modernidad, que crecieron escuchando Samba y se maravillaban con el salto del Jazz en todas las ciudades del mundo. Para finales de los años 50 la modernización del país, en especial de Río de Janeiro, era imparable, inquietando también a quienes la vivían hacia una movilización del pensamiento creativo, incrementando la universalidad en el pensamiento en una sociedad urbana, bohemia y transgresora. Su carácter poético y romántico, su estética sofisticada y minimalista hace de la Bossa Nova su lenguaje disruptivo, creado en medio de las brisas playeras de Río, con ímpetu de rebeldía y suavidad para alcanzarla. Toma el ritmo del Samba y expande sus posibilidades a través de formatos diferentes de musicalidad y armonías, con guitarras y pianos, inspirándose en el afamado Jazz del sur de los Estados Unidos y la educación musical de escuela clásica. Grupos de jóvenes cariocas que experimentaban con esta creación melódica en sus noches de juerga y de tertulia, poco a poco salieron de las salas de sus apartamentos en Copacabana a escucharse en los bares bohemios de la ciudad, en donde se acompañaban de las estrellas más reconocidas de la música universal. Como un vínculo transoceánico que rompe las limitantes del espacio y del tiempo, el Jazz también miraba con ojos de admiración a la Bossa Nova, como a una hermana de tierras lejanas, pero provenientes de la misma matriz que a ambos les dio vida. Se tejió un puente estético gracias a la admiración mutua, y la Bossa Nova transitó desde su condición de música íntima y local, creada en los ambientes de socialización de jóvenes estudiantes clase media en una ciudad brasilera en expansión, a ser repertorio recurrente, renombrado, conocido y consumido masivamente. Los grandes salones de música, teatros, hasta hogares de clase media en Estados Unidos se fascinaban por su frescura y la evocación del paisaje suramericano de ensoñación.
Los años posteriores al surgimiento de este movimiento artístico fueron opacados por la entrada de un periodo político dictatorial en el Brasil, lo cual generó variadas reacciones en el gremio artístico. Algunos intérpretes de la Bossa Nova buscaron su proyección y consolidación en los Estados Unidos de la mano de la industria discográfica del Jazz y su puesta en escena, mientras que otros fluyeron lentamente hacia la consolidación de un estilo musical más activista, con letras menos románticas e idealistas y un poco más realistas. La música popular brasilera y su movimiento contracultural pudo canalizar dichos sentimientos de efervescencia en la esfera política, aunque lo cierto es que la Bossa Nova generó una huella imborrable en los artistas de esta nueva generación, quienes continuaron con un espíritu disruptivo hacia la experimentación, y abrazaron la riqueza de las tradiciones populares así como la vanguardia creativa.
Actualmente, la Bossa Nova continúa haciendo presencia en el mundo como la cara más romántica e íntima del Brasil. Es universal, es internacional, y es disfrutada en muchos países en donde se enamoran del deleitable ambiente playero de Río de Janeiro. Gracias a su versatilidad, pues de versátiles artistas nació, la Bossa Nova ha sido atemporal, maleable y ha estado presente como inspiración de creatividad y ruptura al statuo quo. Muchas músicas y artistas del mundo la replican y reproducen sus éxitos, recordando los tiempos cuando la Bossa Nova enamoró al mundo con su “chica de Ipanema”.
A continuación, algunos y algunas cantantes y bandas de Bossa Nova:
Adriana Calcanhotto
Airto Moreira
Alaíde Costa
Andrea Motis
Astrud Gilberto
Baden Powell
Bebel Gilberto
Carlos Lyra
Chico Buarque
Cláudya
Clémentine
Coco Malangão
Damy Soul
Diana Krall
Djavan Caetano Viana
Dorival Caymmi
Edu Lobo
Eliane Elias
Elis Regina
Elizeth Cardoso
Emilinha Borba
Fafá de Belém
Flora Purim
Francis Hime
Gal Costa
Gilberto Gil
Heloísa Maria Buarque de Hollanda - Miúcha
Hermeto Pascoal
Ithamara Koorax
Ivan Lins
João Donato
João Gilberto
Johnny Alf
Joyce Silveira Moreno
Laurindo Almeida
Leila Pinheiro
Lisa Ono
Luciana Braz
Luiz Bonfá
Marcos Valle
Maysa Matarazzo
Maria Bethânia
María Creuza
Maria Rita
Marisa Monte
Milton Nascimento
Nara Leão
Ninna da Veiga
Noel Rosa
Paula Morelenbaum
Roberto Menescal
Ronaldo Bôscoli
Sérgio Mendes
Sylvia Telles
Stan Getz
Sueli Costa
Tânia Maria
Thaïs Morell
Tom Jobim
Toquinho
Vinicius Cantuária
Vinícius de Moraes
Wilson Simonal
Zimbo Trío