Cantantes y Bandas de Hip Hop
En las calles del Bronx y Harlem en la ciudad de Nueva York, se gestó uno de los movimientos contraculturales más influyentes del siglo XX. Y es que el Hip Hop no sólo ha sido música y baile, sino que también ha sido una puesta en escena y una expresión estética, plástica y política, de carácter contestatario contra el racismo estructural, y las condiciones de desigualdad y falta de oportunidades de una población afroamericana profundamente discriminada. Su impacto ha llegado a todos los rincones del mundo y ha sido fuerte influencia para expresiones culturales que han visto en él una fuente de inspiración. El Hip Hop es todo un universo de carácter reivindicativo y urbano, que comprende un sinnúmero de elementos artísticos caminando todos hacia una apuesta social y con una defensa a la vida, a cómo habitan sus entornos y se edifican como comunidad. Sus elementos principales se han consolidado, reinventado, crecido con el paso de los años, enriqueciendo la carga simbólica para todas sus generaciones. El entorno del Hip Hop y su ascendente en el imaginario colectivo se ha posicionado gracias a que en cada una de sus expresiones estéticas y plásticas, se enuncia la universalidad de lo urbano, del barrio, con todas sus contradicciones y eventualidades. Nacido en un lugar y contexto específico, y obedeciendo a unas condiciones concretas que condensaron todo un grito de resistencia en la ciudad de Nueva York, el Hip Hop recoge una necesidad y un clamor universal, el cual puede ser entendido y reflejado por un sinfín de colectivos urbanos en todas las ciudades del mundo.
Hacia los años 50’s y 60’s, la revolución cultural hacía de Estados Unidos un país convulsionado. La reclamación frontal por los derechos civiles de los y las afroamericanas movilizó muchas prácticas culturales que se daban simultáneamente en varios lugares y hacia la misma causa. El Bronx de Nueva York había sido marginalizado a partir de construcciones arquitectónicas y aspiraciones de modernización urbana, las cuales pretendían darle la espalda a su población y acrecentaban las condiciones de desigualdad y pobreza para sus habitantes, mayoritariamente afrodescendientes y migrantes latinos. Hablar de sus reclamos históricos a través del arte es algo que han construido como una práctica pacifista y que demanda un reconocimiento a la diversidad. La violencia se opacaba cuando todas esas expresiones artísticas se gestaban y los enfrentamientos se convirtieron en batallas de baile y de lírica social. En medio de este contexto nació el movimiento del Hip Hop como un despliegue incontenido y festivo de irreverencia y psicodelia. La apropiación de los espacios públicos y del “barrio” por jóvenes afroamericanos e hispanos, dio lugar a una emancipación artística que exaltaba la estética urbana y a una voz local que trascendía los estereotipos de la criminalidad, planteando a través de su lírica reflexiones de la “cruda” realidad. El Funk, el Jazz, el Blues eran escuchados a todo volumen en tocadiscos análogos. El jamaiquino DJ Kool Herc es reconocido como una figura clave en la cultura hiphopera, pues en medio de su creatividad al reproducir los discos de vinilo, decidió manipular manualmente la aguja de sus sistemas de sonido. Prolongó las partes más rítmicas de las canciones de Funk, ya que en esos momentos, en esos “breaks downs” musicales, se abrían paso los y las bailarinas más experimentadas a hacer todo un despliegue de movimientos gimnásticos sin precedentes. Poco a poco, estas puestas en escena se convirtieron en todo un evento en donde el o la DJ generaba una atmósfera musical y creaba los “breaks” en la música, para que bailarines, conocidos como “break boys” y “break girls” pudiesen expandir toda su corporalidad, basados en la espontaneidad del momento y haciendo gala de todas sus habilidades corporales. Estos espacios se convirtieron en enfrentamientos de baile, reemplazando las violentas pugnas, y ahora quienes tenían respeto en el barrio eran quienes ganaran las batallas de Break Dance. Asimismo, fueron el escenario en donde se posicionó la práctica de los MCs, o maestros de ceremonias, quienes animaban la fiesta con su voz y amenizaban las batallas. De esta manera, la sencillez y a la vez contundencia de quienes hacían animación y líricas, la sagacidad de sus letras, la poética de lo cotidiano en una rima voraz y cruda, la vertiginosidad y agilidad del movimiento, la acrobacia, la adaptabilidad y la plasticidad de los y las breakers retándose en el baile, las mezclas de los DJs, la moda subversiva a la moral, y la imagen ecléctica del graffiti, son algunos de los elementos que definen la cultura Hip Hop, y que han generado un impacto contundente en su presencia mundial.
El Rap es uno de los formatos de creación lírica más característicos del Hip Hop. Sin embargo, no nació con él sino que le enriqueció. El Rap es ritmo y poesía. Es la rima que se debate entre el canto y la declaración, y se ha presentado en géneros musicales previos al movimiento cultural del Hip Hop, incluso remontándose a una práctica ancestral heredada del África occidental. Los griots eran conocidos como trovadores nómadas, quienes se movilizaban entre pueblos narrando la poesía de la cotidianidad con música de fondo y haciendo encajar en sus relatos semi hablados, algunas sonoridades con los instrumentos que les acompañaban. Más adelante, el Blues y el Jazz recibieron dicha influencia, siguiendo también esa línea de ejecución donde se “hablaba” cantado, haciendo rimas con la cadencia del lenguaje y una musicalidad que le acompasa. Con ello podemos entender cómo su historia musical, que al mismo tiempo es la historia popular del pueblo afrodescendiente en todos los lugares a donde ha llagado, es un relato estético con mucho contenido reivindicativo y disruptivo ante el statu quo. A la vez, han sido los grandes maestros de la música universal, cultivando desde su sabiduría ancestral prácticas culturales que hoy en día son transversales al arte en todas las sociedades.
Hacia los años 70 y 80, el Hip Hop era un movimiento cultural con muchísimo eco en la sociedad norteamericana. Satanizado por algunos sectores y aclamado por otros, su afición y su fuerte carácter identitario hizo que otras ciudades como Memphis, Atlanta, New Orleans y Virginia Beach retroalimentaran el movimiento con creaciones musicales inspiradas en sus contextos territoriales. Hubo mezclas con ritmos y bailes más cercanos, sonoridades innovadoras, estilos de Rap a veces más impetuosos, relatos divergentes. Y los productores, raperos, compositores, DJs y MCs se fueron apoderando de la industria musical, incorporando toda su sabiduría en un sinfín de puestas en escena de artistas estadounidenses y en la industria musical.
Para la elaboración de este artículo, contamos con la orientación y participación de Daniel Pino, estudiante de Licenciatura en Danza, bailarín de Break Dance, Danza Contemporánea y Afrocontemporánea de la ciudad de Medellín. Gracias a su experiencia en el movimiento hiphopero de Medellín, pudimos conocer la historia de cómo empezó a gestarse la cultura del Hip Hop medellinense. De acuerdo con él, los primeros y primeras breakers se enamoraron del baile y la puesta en escena a través de videos. “En los 90’s no llegaron maestros y maestras de Break Dance a enseñar. Todo era un estudio juicioso de los videos, las películas, y todos esos productos mainstream que nos llegaban con esas imágenes tan fuertes y ese conocimiento”. Pino, como le conocen sus más allegados, nació y creció en Aranjuez, un barrio ubicado en la ladera nororiental de Medellín y que sufrió la presencia y los vestigios de una violencia que se tragaba a los jóvenes y los alejaba de posibilidades vitales para desplegar sus sueños. Él, un joven disciplinado y con mucha fuerza personal, quien para la época de su niñez era considerado hiperactivo, encontró en el Break Dance una manera de canalizar toda su energía, y en la Escuela 4 Elementos, una familia, una “crew”. “A mis 9 años yo siempre pasaba por el parquecito de los “Crew Peligrosos”. Así le decían porque era allí donde siempre se reunían a entrenar sus habilidades y su baile. Y desde allí me involucré y empecé a formarme con ellos. No sólo en el baile. Prácticamente eran una escuela donde todos los breakers aprendíamos y vivíamos diariamente los elementos más importantes del Hip Hop, así como su historia, su sabiduría y su fuerza reivindicativa. Lo que ellos después consolidaron como proceso de formación se llamó Escuela 4 Elementos, la cual todavía está activa y por allí hemos pasado tantos del barrio Aranjuez y de la ciudad de Medellín. Ese espacio nos ha dado nuevas perspectivas de vida, y ha apostado porque la niñez y juventud tenga alternativas de existencia diferentes a la violencia del entorno. Nos ha enseñado arte y pensamiento crítico”. Actualmente, Pino apuesta por la creación y consolidación de un método de enseñanza dancística en el que pueda integrar sus aprendizajes de Danza Contemporánea, Hip Hop y arte marcial Aikido, confirmando que el cuerpo tiene capacidad creadora y potenciadora de diversas energías vitales, y que así como las disciplinas europeas de la danza, el Hip Hop puede aportarle muchísimo o más a la Danza Contemporánea. “El Hip Hop siempre va a permitir la resignificación de los cuerpos, en todas las épocas, en todas las temporalidades, en todos los momentos. Es un entrenamiento muy serio y muy edificante para el bailarín. Es una expresión tan llena de simbolismo y al mismo tiempo, tan espontánea, y por eso se ha mantenido tan vigente. Se ha enriquecido con muchísimos otros elementos, y al mismo tiempo se mantiene firme como un discurso de fuerza y reivindicación. Es una sabiduría atemporal y muy versátil, y al aprenderla como bailarines, expande las posibilidades de nuestra corporalidad”.
En la ciudad de Medellín hay muchas escuelas y espacios de danza que han fortalecido la práctica de las batallas de breakers, siendo la Escuela 4 Elementos de Aranjuez una de sus más reconocidas. Estilos como el Popping y el Locking, un poco más recientes, han tenido ascendente entre los currículos de escuelas de baile y en medio de esta amalgama poblacional que es Medellín se generan unas relaciones de interacción y unas redes de conocimiento frente a la cultura del Hip Hop particulares para el contexto. Cada día más luchan por salir del anonimato, y las batallas de breakers y de “gallos”, como se le conoce a los retos entre raperos, se visibilizan como un estilo de vida. La universalidad del Hip Hop está en todas las eventualidades y contradicciones de la urbanidad. Está en la calle y ahora también en la academia. Está en las historias de los barrios y está en la industria musical. Se sigue construyendo diariamente y se llena de contenido y significado con el reconocimiento histórico, político y la creatividad de quienes le expanden y le reivindican.
A continuación, algunos y algunas cantantes y bandas de Hip Hop:
50 Cent
Akon
Alcolirykoz
Angie Martinez
Azealia Banks
Bahamadia
Brand Nubian
Busta Rhymes
Busy Bee
Canserbero
Cardi B
Cash Money
Crew Peligrosos
Da Brat
Danay Suárez
Dej Loaf
Digable Planets
DMX
Dr. Dre
Eminem
Erykah Badu
Eve
Fayze
Flo Rida
Foxy Brown
Gang Starr
Gangsta Boo
Hussein Fatal
Ice Cube
Iggy Azalea
Janelle Monaé
Jay Z
Jean Grae
Jeru the Damaja
Jill Scott
J.J Fad
Joyner Lucas
Kool Moe Dee
Lady of Rage
Lauryn Hill
Lianna
Lil Kim
Lil' Mama
Lil Wayne
Lisa Lopes
LL Cool J
Los Chikos del Maíz
Ludacris
Master P
Mc Hammer
Mc Lyte
M.I.A
Mia X
Missy Elliott
Mopreme
Method Mad
Nelly
Nicki Minaj
No Limit
Notorious B.I.G.
Outkast
Pedro Hasél
Petit Fellas
Princess Nokia
Public Enemy
Puff Daddy
Rah Digga
Rakim
Rapsody
Rebeca Lane
Remy Ma
Rico Nasty
Roddie Rich
Roxanne Shanté
Run DMC
Queen Latifah
Snoop Dogg
The Show Boys
The Sugarhill Gang
Three Six Mafia
TLC
Travis Scott
Trina
Tupac Shakur
Wyclef Jean
Young M.A
Yo-Yo