Jerga en Venezuela
La vida consciente y cotidiana de un lenguaje, construida diariamente por las personas que habitan un territorio, está lejana de tener características puristas. En América Latina se impuso una lengua a partir de sucesos históricos propios de las migraciones, invasiones y colonizaciones, lengua que con el tiempo fue escalando en el uso práctico y amplio por todos los pueblos de América. Cada palabra de la lengua castellana ha adquirido nuevos valores sólo por estar interpretando unas realidades diferentes y estar adscritos a que poblaciones con diferentes perspectivas de vida se la apropien, aprendan y reinterpreten. Habitantes de la antigua y nueva América han sido quienes le dan una connotación innovadora ya que cada sonido y palabra van de la mano con las nuevas formas de habitar. Comunidades indígenas originarias, poblaciones afrodescendientes y pobladores criollos y mestizos dieron vida a cambios lingüísticos que se consolidaron y configuran un lenguaje común que recoge la huella de las culturas, del tiempo, y de la historia.
Las diferentes regiones geográficas en Venezuela, así como los países hispanohablantes, están unidas por la misma lengua. Sus palabras y significados en común tejen las relaciones sociales en la intimidad de la familia, los espacios de socialización formales e informales, y las proyecciones del lenguaje académico e institucional. Sin embargo, los y las venezolanas enriquecen esta lengua diariamente, porque también se ha construido como un patrimonio propio. Las variantes que se aportan permiten conocer la diversidad de culturas y cosmogonías que hacen uso del castellano como puente de comunicación. Además, demuestra no una Venezuela homogénea sino determinada por las diferencias de paisajes en sus regiones y cómo sus habitantes generan entornos de vida alrededor de ellos. Costa Caribe, llanos, áreas montañosas y andinas, isleñas, centrales, orientales, así como ritmos de habitar urbanos, rurales o en transición, o incluso labores relacionadas con las vocaciones económicas de las regiones, han influido directamente en la creación de léxicos, vocabulario y expresiones de carácter figurado que son manifestaciones vernáculas del español e integran lenguas originarias indígenas y afrodescendientes, y que junto con la lengua castellana implantada son las relaciones de comunicación auténticas y movilizadoras de la sociedad venezolana.
A continuación, algunos términos de jerga en Venezuela:
Amuñuñao: estar hacinado(a) en un lugar con muchas personas y sin espacio
Arrecho(a): enojado(a), furioso(a); algo bueno y de calidad
Arrocero(a): persona que asiste a un evento sin ser invitada
Arrumaco: caricias
Azogue: estar muy acalorado
Bajarse de la mula: gastar dinero
Birra: cerveza
Bochinche: alboroto, desorden
Bolos: bolívares, la moneda de Venezuela
Bolsa: persona tonta
Bululú: escándalo, alboroto
Burda: mucho, en cantidad
Cabilla: algo muy difícil; sonido estruendoso
Cachapa: arepa de maíz dulce
Caerse en los kilos: ser atrapado(a) en flagrancia en la acción de un acto ilícito
Cambur: banano
Cantar la zona: indicar el momento más apropiado para hacer algo
Cara e’ tabla: descarado(a), cara dura
Carajito: se le dice al infante que no se queda quieto, no presta atención ni tiene respeto por nada
Catire(a): persona de cabello rubio
Chamo(a): niño(a), joven
Chance: oportunidad
Chévere: expresión muy común para aprobar algo como muy bueno
Chigüirear: cometer un error
Chimba: adjetivo para algo muy malo
Chivo grande: jefe o persona con mucha autoridad
Coba: broma o mentira blanda
Cónchale vale: expresión muy utilizada para denotar lamento o sorpresa
Cortar nota: interrumpir a alguien en medio de una situación importante; decepcionar
Coroto: objeto, cosa
Cotufa: palomitas de maíz
Dar la cola: pedir un aventón
De pana: honestamente, sinceramente
Dejar el pelero: escapar rápidamente de una situación para evitar responsabilidad o peligro
Echar un camarón: tomar una siesta
Echar el muerto: dejarle la responsabilidad a otra persona
Echar los perros: coquetear, cortejar
Echarle pichón: meterle muchas ganas a un objetivo, esforzarse por algo
Echarse las bolas al hombro: persona perezosa y floja
Echarse los palos: tomar licor
¡École cuá!: exactamente, así mismo es
Empepao’: enamorado(a)
Está peluo’: una situación muy difícil
Estar a un pelo: estar a muy poco, muy cerca
Gafo(a): tonto(a), bobo(a)
Guachiman: vigilante, guardaespaldas
Guircho(a): persona descortés, maleducada, con un mal comportamiento
Hacer ojitos: coquetear, cortejar
Hallaca: pastel de masa hecho con harina de maíz, adobado con guiso y alguna carne, muy famosos en Venezuela, especialmente en épocas navideñas
Jala mecate: persona aduladora, que quiere sacar provecho a través de adulaciones
Jeva: mujer
Jojoto: mazorca, maíz
Labia: léxico aparentemente refinado que se usa para parecer más interesante o inteligente
Ladilla: fastidio, molestia
Lechosa: papaya
Llegó Pacheco: anunciar la entrada de la temporada más fría en el mes de noviembre
Mamaguevo: expresión insultante para una persona tonta
Mamar gallo: tomar el pelo, hacer una broma a alguien
Mango bajito: buena oportunidad que no se puede dejar pasar
Mono: persona ordinaria
Morocho(a): Gémelo(a)
Muérgano: persona malvada, que actúa de mala fe
Naguara: expresión para denotar sorpresa, asombro o felicidad
Nono, nona: abuelo, abuela
Pabellón: es el plato más representativo de Venezuela, conocida como “plato nacional”, y contiene arroz blanco, caraotas, carne desmechada y tajadas de plátano maduro
Palo de agua: aguacero muy fuerte
Pana: amigo(a)
Panquecas: pan cakes
Papelón: panela
Parar bolas: poner atención
Parchita: maracuyá
Patae’mingo: que se está muy cerca de un lugar o a punto de lograr algo
Pavoso(a): persona con mala suerte
Pegar palos en un botiquín: tomarse unos tragos, haciendo de ese momento un espacio para compartir con otros y otras
Pela bolas: algo de muy poco valor
Pichicoso(a): persona obstinada, que no quiere ceder ni dar su brazo a torcer
Pingazo: golpe fuerte
Ponchao’: persona que se encuentra en una situación precaria
Rebotar: rechazar algo
Salpicón: mezcla de mariscos con limón
Sifrino(a): persona que quiere vivir de las apariencias, engreída, pretenciosa
Tener alguien hasta la coronilla: cansar a alguien, ser muy ladilla con alguien
Tizana: fruta picada y mezclada; en Colombia se le conoce como salpicón
Violín: mal olor en las axilas