Jerga en Honduras
Jerga hondureña, hondureñismo, modismos y regionalismos en Honduras, argot popular… Son los términos que se usan para reconocer una gran variedad de palabras y el sinfín de usos que ellas tienen en los entornos más vívidos y cotidianos de la vida hondureña. Se hablan en las calles de las ciudades y en las regiones rurales. Se hablan en las reuniones festivas y en los hogares. Incluso, algunas de ellas, hacen parte del lenguaje institucional y de ambientes académicos y profesionales, ya que, aunque se distancien de la lengua castellana pura, se cultivan como productos propios del lugar donde se crean y adquieren un significado con el que todos y todas se sienten identificadas. Por su cercanía, su familiaridad, su utilidad y sus formas creativas, muchas de las palabras que componen la inacabable jerga en Honduras ahora hacen parte de la Academia Hondureña de la Lengua, y no entran en disputa con la Real Academia Española, siendo aceptadas y reconocidas en ambas instituciones.
Los países hispanohablantes de América y Europa comparten la lengua como relato de una historia en común, con transformados matices y tonalidades en diferentes épocas. La variedad de dialectos del español se vinculan entre sí en una comprensión universal que llena de contenido a sus entornos de nombramientos y significados, y al mismo tiempo introduce evidentes expresiones de diversidad y singularidad, las cuales responden a la riqueza cultural, a la conciliación entre el pasado y el presente, una impregnación de sus geografías, y una lectura de vida propia en su territorio. Nombrar los entornos es una manera de comprenderlos, y al desarrollar con creatividad y cercanía dichos nombramientos, también abundan un sinnúmero de percepciones y de maneras de comprender nuestras realidades.
La naturaleza cambiante de las lenguas como característica universal, permite que los recursos que usamos para comunicarnos estén siempre familiarizados con nuestras expectativas y las situaciones de espontaneidad que diariamente se nos presentan. La cotidianidad, por ende, no es un discurso sino una realidad. Y son realidades distintas porque cada persona y cada colectivo responden a historias personales y sociales diferentes, y asumen su lugar en el mundo desde sus perspectivas. Los y las habitantes de este país centroamericano tienen como idioma oficial el castellano debido a un pasado colonial en común con América Latina, sin embargo, la presencia de la palabra amerindia está presente en su dialecto, así como la influencia de sus países vecinos, con los cuales guarda muchas similitudes. El castellano impregnó hondamente la cultura latinoamericana y adicionalmente tuvo un punto de partida y desarrollo para la creación de oxigenados dialectos, luego de haber sido en un momento histórico una imposición traída del extranjero. Pertenece ahora a quienes le recrean y se apropian de él. Por ello, el lenguaje de la calle y su carácter popular cobran suma importancia, ya que son las personas y no las reglas las que deciden su uso. Reconocerlo es reconocer que quienes movilizan la comunicación en una sociedad son las personas que la construyen en sus ambientes más informales, con espontaneidad y genuinidad, con pragmatismo y fuerza en afirmación, con la expresividad de sus identidades.
A continuación, algunas expresiones de la jerga en Honduras:
A huevo: algo que es cierto
A medio palo: dejar las cosas a medio palo quiere decir dejar las cosas incompletas
A papo: estar sorprendido(a)
A tucún: beber algo rápidamente
Agarrar pata: tomar como hábito constante tomar bebidas alcohólicas
Aguacatón(a): tonto(a)
Alero: coloquial manera de nombrar a los(as) amigos(as) más cercanos(as)
Aletas: axilas
Amachinarse: irse a vivir junto con la pareja, así no haya matrimonio legal
Amuseparse: sentirse triste
Anantes: afortunadamente, con suerte
Animala: adjetivo para algo muy grande
Anticuco: algo pasado de moda
Apajuilado(a): persona conflictuada, desanimada
Apearse: bajarse de un lugar
Avanzar: capacidad de generar sorpresa
Atortujarse: estar confundido(a)
Azorrar: generar temor a alguien
Bagre: pez de río; persona aguda del pensamiento, astuta
Balín: tonto(a)
Bañar: regañar, hacer un llamado de atención
Barajar: explicar de manera más detallada una situación poco clara
Barzón: persona vaga que no se esmera por lo propio y desea vivir a cuestas de otros y otras
Bebesaurios(as): los hijos e hijas de los políticos corruptos y que se mantienen en el poder
Bichín: persona con mala dentadura o carente de ella
Birria: cerveza
Bocho: imprudencia, comentario fuera de lugar e inoportuno
Bolo(a): borracho(a)
Bolulo: pan
Botado: barato, económico
Brisa: viento que tiene un leve rocío
Caballada: acción o situación tonta, inútil o sin propósito
Cachar: descubrir a alguien
Cachimbo: expresión para denotar gran cantidad de algo
Caer en vaca: planear premeditadamente y enfrentar en grupo a una misma persona
Caite: calzado descubierto, sandalia
Cambalache: favor
Cancheo: experticia, experiencia
Carne de lora: persona avara
Casaca: mentira, información falsa
Casamiento: plato culinario que lleva la mezcla de arroz con fríjol
Catracho: coloquial manera de nombrar a los y las hondureñas
Chabacán(a): persona que se toma todas las situaciones a la ligera; bromista
Chacho(a): hermano(a) gemelo(a)
Chamba: trabajo, empleo
Charolas: ojos
Chasta: algo hecho de manera muy mediocre
Chele: persona rubia de ojos claros
Cheque: afirmación para decir que todo está bien, que todo está okey
Chihuines: infantes
Chinchinear: acariciar, consentir a alguien
Chonguengue: Celebración, fiesta
Chucho: perro, can
Chunche: palabra sin significado específico para referirse a un objeto del que se ha olvidado el nombre
Chuña: caminar descalzo(a)
Churuncuyo: una cosa de mala calidad
Cipote(a): niño(a)
Contumerioso(a): persona caprichosa
Culey: palabra derivada del anglicismo “cool aid”, el cual es un refresco que se prepara con un polvo sintético
Cutear: vomitar
Empleitar: buscar y generar problemas
Estar coyote: estar alerta
Estar hasta el cheque: tener muchas deudas
Dar el palo: dar fin a una relación amorosa
Desguavilado: desordenado, desarreglado
Desmangado(a): hacer algo desmangado es hacerlo a toda velocidad
Echar cuento: emplear palabrería para seducir
Echar humo: dormirse
Engavillarse: juntarse con el grupo de amigos(as) para pasar un rato agradable
Estar de miedo: que algo está muy bueno
Estar hule: no tener dinero
Estar liso: estar sin dinero
Farusca: hacer trampa
Ficha: personaje reconocido por tener mala reputación y fama
Fridera: sartén
Gurgurutear: murmurar
Hacer chepia: hacer trampa
Hechar riata: trabajar fuertemente
Jarana: deuda
Juquencia: tener mal olor
La mera riata: máximo referente de poder
Lambiscón(a): persona aduladora
Llegarle: gustarle a alguien
Macanada: golpiza fuerte
Macizo: adjetivo para describir algo de mucho agrado, que gusta mucho
Malearse: enfadarse, enojarse
Mamado: persona musculosa
Maritates: pertenencias
Mínimo: banano
Moyola: cabeza
Morro(a): persona inteligente, brillante
Mudada: conjunto de ropa
Neneco(a): débil
Patachucho: quien no gusta mucho de estar encerrado(a) en casa y disfruta más salir
Panga: lancha
Papada: situación, asunto
Peinar: robar
Pelona: la muerte
Penco(a): persona descortés y maleducado
Petatearse: morirse
Pincelear: caminar largas distancias
Pijinear: salir de rumba
Pisto: plata, dinero
Purgador(a): quien comete muchas imprudencias
Raite: aventón, viaje gratuito
Quemar la pata: ser infiel a la pareja sentimental
Salir de juida: salir corriendo
Sapo(a): persona chismosa, que habla de más, haciendo un símil con la gran boca del animal
Ser agua de masa: ser una persona cobarde
Ser torcido: tener mala suerte
Tegus: apócope para referirse a la capital de Honduras, Tegucigalpa
Tostones: plátano verde o maduro freído, en tajadas y aplastado; en otros países de Latinoamérica se conoce como patacón
Tracatear: darle muchas vueltas a un problema o hablar mucho sobre él
Tunante: hombre que sale con muchas mujeres
Yuca: algo complicado, difícil